29/11/2013
¡Más vale prevenir que curar!
Hemos reservado pista de pádel para jugar con los amigos, pinta bien el día. Hemos encontrado la pista de pádel que queríamos libre, en el horario que mejor nos venía, todo de manera online, muy cómodo ¿verdad? Hasta aquí, en www.reservarpadel.com hemos hecho todo lo que está en nuestra mano para ponértelo muy fácil.
Malo sería que ahora que vas a jugar a la pista de pádel que querías, vayas, y te lesiones ¿verdad? Bueno, pues vamos a hablar un poco de cómo evitar esas lesiones.
No vamos a empezar de nuevo con el manido tema de que hay que calentar adecuadamente, beber líquidos, etc, ya que esa información, es común a cualquier deporte.
Centrémonos en el pádel. Las partes del cuerpo más propensas a sufrir alguna lesión en el pádel son la rodilla, especialmente los meniscos y el ligamento anterior cruzado. Se deben a cambios bruscos de dirección y/o de velocidad.
El tobillo sufrirá si nuestros movimientos son bruscos. Y debemos intentar no caer con la parte trasera del pie, pues además de poder lesionarnos el tendón de Aquiles, un dolor que no se lo deseamos a nadie, es fácil perder la estabilidad y caernos. Pero ojo con evitar caer con la parte trasera del pie y compensarlo con apoyarse en las puntillas, ya que estaremos generando una gran tensión a los gemelos y el sóleo.
También las lumbares, especialmente cuando comenzamos a jugar a pádel y en lugar de flexionar correctamente las rodillas y que la fuerza la ejerzan las piernas, se abusa de flexionar la columna. El abdominal y la espalda van unidos, si no tenemos fortalecida una zona, lo más probable es que la otra tampoco, y una lesión en una de ellas, afecte a la otra.
Los hombros, cuidado al realizar un smash de no doblar la espalda innecesariamente, una vez más, más debemos flexionar las rodillas en lugar de la espalda, y elevar los tobillos.
La lesión más famosa cuando hablamos de deportes de raqueta es el codo de tenista, en este caso debes recodar comenzar los reveses desde el hombro, no colocar el pulgar detrás del mango de la raqueta, doblar el brazo en golpes frontales, de tal manera que sean los bíceps y la espalda los que hagan la fuerza, al igual que al rematar.
Haced caso de estos consejos y ¡a disfrutar de la partida de pádel!