13/02/2019
A pesar de que no pueda parecerlo, el amor y el deporte están mucho más relacionados de lo que creemos. Aunque una de las mayores similitudes que tienen ambos es que son saludables (si se practican de la forma correcta en cualquier caso, ya que una relación amorosa también puede aportar mucho sufrimiento y un deporte mal practicado, puede conllevar lesiones), y por lo tanto ayudan a mejorar la salud cardiovascular, la relación entre ambos va mucho más allá de esto.
Dopamina, oxitocina, endorfinas o vasopresina son algunas de las sustancias que nuestro cuerpo segrega tanto cuando practicamos deporte, como cuando estamos pasando por un proceso de enamoramiento. Ambas situaciones provocan sobre nuestro cerebro emociones positivas, de ahí que nos produzcan ese bienestar.
Comenzaremos hablando de la dopamina, que es una neurohormona que se libera en las conductas que proporcionan placer, como por ejemplo durante la primera fase del enamoramiento o cuando realizamos una buena jugada u obtenemos un buen resultado en un partido de pádel, entre otras situaciones.
Por su parte la oxitocina es la hormona que promueve las relaciones sociales. En el caso del amor, esta hormona crea el apego y la fidelidad con la pareja, mientras que en el deporte mejora el desempeño del deportista, ya que por ejemplo hace que resulte más fácil comprender las emociones de los demás y crea un sentimiento entre el equipo más fuerte.
Las endorfinas, sustancia natural encargada de aumentar el estado de bienestar y disminuir la sensación de dolor emocional, también se liberan cuando se está enamorado y cuando se practica deporte. En concreto la segregación de endorfinas ocurre cuando se reciben caricias o se practica ejercicio físico intenso, entre otras situaciones placenteras. La sustancia tiene poder analgésico, y nos proporciona alivio, calma y bienestar.
En el caso de la vasopresina, es una hormona que se relaciona con la fidelidad, por lo que en el caso del amor ayuda a comprometerse con la pareja, mientras que en el deporte se relaciona con el fortalecimiento del equipo y el rechazo a aquellos que lo amenazan (rivales de juego), aunque también se relaciona con la regulación de la hidratación, para evitar la deshidratación.
Como se puede ver, tanto estar enamorado como practicar deporte generan emociones positivas en nuestro cerebro, lo que hace que se liberen todas estas sustancias, como por ejemplo la dopamina. La liberación de estas sustancias se realiza a modo de recompensa, por ejemplo cuando se recibe cariño o se anota un punto en la pista de pádel, entre otras.
Diversos estudios e investigaciones han confirmado que los circuitos cerebrales que se activan cuando se practica deporte y cuando se está enamorado, son los mismos, al igual que muchas de las sustancias que se liberan al respecto. Por este motivo se puede afirmar que el deporte y el amor aportan mucho más que una buena salud cardiovascular.
Si quieres disfrutar de todos los beneficios que aporta mezclar el amor con el deporte, este es uno de los mejores momentos para hacerlo, ya que puedes aprovechar para celebrar San Valentín practicando alguna actividad física junto a tu pareja, como por ejemplo pádel, aquí puedes reservar online tu pista de pádel.