27/03/2015
El pádel es un deporte fácil de jugar y que no requiere tener una gran forma física para echar un partido. Pero aunque la gente no lo crea así, muchas veces el no tener una condición física decente, el no calentar o simplemente el tener mala suerte puede producir alguna de estas lesiones.
Siempre que vayamos a jugar un partido de pádel es importante calentar un poco el cuerpo y los músculos, porque aunque parezca que este deporte no requiere una gran condición física, sí que nos movemos y supone un esfuerzo, por lo que podemos hacernos daño o sufrir alguna lesión típica de este deporte. Por lo que lo mejor antes de empezar a jugar es dedicar unos minutos a realizar un buen calentamiento y estirar un poco los músculos. El equipamiento también es importante, como unas buenas zapatillas con las que estés cómodo. Por las características del pádel, las lesiones más comunes suelen darse en las articulaciones, aunque también son comunes las lesiones musculares. Además hay que conocer que estas lesiones suelen darse por un sobreesfuerzo jugando con más intensidad, por no haber calentado o simplemente por mala suerte. Luego ya, dependiendo de la gravedad de la lesión, ésta puede ser tratada por especialistas o fisioterapeutas. Vamos allá con las lesiones más comunes.
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Empezaremos con una lesión muy común, como son los esguinces, que se tienen por dañar los ligamentos cuando se realiza algún movimiento brusco. Si te haces un esguince hay que inmovilizar la articulación, aplicar frío y acudir al médico. En el pádel, los esguinces más comunes por los movimientos son los de tobillo y rodilla. Es importante recuperarse bien de un esguince porque si el ligamento afectado no cicatriza de manera adecuada, seremos más propensos a volver a sufrir esguinces y luxaciones en el futuro en la misma zona. Otra lesión bastante común en este deporte es la tendinitis, que es una inflamación de los tendones, y en el pádel es común sufrirla en los hombros, los codos y el tendón de Aquiles. La tendinitis del manguito rotador (o de hombro) se produce por la utilización del hombro y brazo en movimientos repetitivos y continuados. La epicondilitis o tendinitis en el codo está muy asociada a los deportes de raqueta y se siente un dolor agudo en la región externa del codo originado por el uso repetido y forzado de los músculos extensores de los dedos. Por último, la tendinitis en el tendón de Aquiles es una lesión frecuente en jugadores desentrenados que vuelven a la actividad física con mucha intensidad.
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Otro tipo de lesión es la condromalcia rotuliana en la que las rodillas suelen ser las grandes afectadas en este deporte, se produce por un desgaste en la superficie del cartílago de la cápsula posterior de la rodilla. La lesión se origina por la continua fricción entre la rótula y el fémur al mover la rodilla. Los síntomas más comunes de esta lesión son la sensibilidad en la rodilla y el dolor en la parte frontal que se acentúa al ponerse de pie. Otra lesión común es la fascitis plantar cuyo síntoma es un dolor agudo localizado en el interior del talón y se produce por la inflamación de la fascia del pie que es un tejido que comienza en el ante-pie y se prolonga hasta la parte posterior del talón. Los saltos, carreras y algunas posiciones típicas en el pádel pueden generar esta dolencia.
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Por último, hablaremos de las luxaciones, que son una lesión que consiste en la separación de las dos partes de una articulación y se produce cuando se aplica una fuerza extrema sobre un ligamento que desencadena la separación de los extremos de dos huesos que están conectados. En pádel, las más comunes son las luxaciones en el hombro y hay que recolocar el hueso correctamente y se recomienda un especial cuidado en la rehabilitación. Hay que tener en cuenta que siempre hay que prepararse adecuadamente para el ejercicio entrenando, calentando y estirando correctamente porque si no, aparte de alguna de estas lesiones, podemos padecer también calambres, contracturas musculares y dolores de espalda.